miércoles, 6 de agosto de 2008

AmisTades EmpeÑosas

Tengo un amigo que esta aprendiendo a tener amigas.

Es raro eso de aprender a tener amigas, pero a él le esta llendo bien en el curso, si pudiera calificarlo, diría que para su examen aún faltan varios meses pero en general le va bien.
Es aplicado en el curso y suele investigar por su cuenta; es inteligente.

Un día de pronto me contó toda su vida, y luego añadió que quería saber de qué se trataba eso de tener amigas mujeres, porque el no tenía ninguna. Definitivamente me agarró de sorpresa, pero me sentí alagada, de alguna forma es lo que uno siempre quiere: ser escogida.

Yo también lo escogí a él, pero hace tiempazo.
Pero todo pasa cuando debe y todo pasa por algo, el tiempo no es una excepción. :)
Tener una amiga mujer para un hombre y un amigo hombre para una mujer... a veces puede ser un tema muy doble filo, riesgoso: un juego de pierde o pierde, o de gane o gane. Andarse con cuidado es la norma la ley y la excepción para una amistad de esas utópicas, que las hay (porque las hay !!) pero son pocas.
Los humanos y nuestro afan de autodestrucción, y nuestra horripilante aversión al vacío, normalmente pecamos de querer convertir algo maravilloso como una amistad "de aquellas que hay pocos", en "algo más", porque siempre cojeamos de ese pie y siempre creemos que de verdad PUEDE haber algo más. Queremos encontrar lo que buscamos (la búsqueda infinita del amor verdadero y para siempre) en toda relación (o seudo relación) que tenemos enfrente; y normalmente asumimos que si nos arriesgamos con el mejor amigo la cosa funcionara... En otras palabras arriesgamos lo único sano y seguro que poseemos por buscar lo irreal, un afan surreal y egoísta de ser felices "por siempre".
Es de humanos errar, es de nobles aceptar qué batallas se ganan y qué batallas se pierden, es de humildes agachar la cabeza y aceptar una derrota digna.
La eterna búsqueda de ese amor perfecto es una batalla difícil de sobrellevar.
Seamos nobles. Seamos humildes.